En medio de la peor gota fría en 10 años, un grupo de valientes nos colgamos al cuello la cámara de fotos y salimos a fotografiar las calles de Valencia con muchas ganas e ilusión. Realmente fue un fin de semana complicado en cuestión de luz y de tiempo, ya que la inestabilidad no nos puso las cosas fáciles. ¿Pero quién dijo miedo?
Con un grupo tan fantástico como el que tuve la suerte de dirigir, aprendimos a sacar el máximo de La Luz difusa, de la humedad, de la lluvia, y más adelante, ya en domingo, del sol y el juego con las sombras.
Me encantó tener un grupo con gustos, visiones y equipos muy distintos. Todo suma, y el intercambio de ideas es fundamental para que todos podamos ver las cosas de distinta forma y ampliar nuestro abanico de posibilidades cuando nos enfrentamos a una escena.
Personalmente lo pasé muy bien. El tener un grupo con tan buen rollo y tantas ganas de pasarlo bien y aprender es fundamental, Valencia no suele fallar en eso, y aunque no es tan común las tormentas que sufrimos, sí es fácil encontrar fotógrafos de talento y gente maravillosa a la que da gusto mostrar tu visión fotográfica para que puedan desarrollar la suya propia con nuevas herramientas visuales.
Todas las fotos disparadas en enfoque manual, con una Fujifilm X-T2 junto a los Fujinon XF 23mm f2 y XF 50mm f2.