Un verano más terminamos el periplo de talleres de Inmersión en Fotografía de Calle en Barcelona con un día caluroso pero divertido. Me acompañaron un grupo de fotógrafas entusiastas con las que pude recorrer las calles y rincones más interesantes del centro de la ciudad fotografiando y aprendiendo unos de otros.
Si quieres asistir a los próximos talleres de fotografía que realice en Barcelona o en cualquier otra ciudad de las que hay programadas, echa un vistazo al calendario de talleres en esta misma web.
Comenzamos el recorrido en Arco del Triunfo y debido al calor y a los preparativos de lo que sería la multitudinaria manifestación del Orgullo en la ciudad de Barcelona, nos dirigimos a investigar y a explorar calles por las que generalmente no pasamos en estos talleres.
La fotografía de calle es un género fotográfico que se basa, no en fotografiar lo que ves, sino la mayoría de veces fotografiar lo que imaginas. Y esto hace que la cámara tenga que desaparecer de la ecuación. Con esto no quiero decir que la cámara «camine sola», sino que tengamos la suficiente conciencia de los ajustes que llevamos en ella, para poder trabajar rápido y ágil exponiendo y enfocando en manual. Esto nos da un control y una tranquilidad imbatible para conseguir momentos sorprendentes y rápidos.
Trabajar la visión fotográfica y complicarnos la vida cada vez a la hora de trabajar nuestras escenas es otro de los puntos claves del taller. Lo más importante de hecho, entender la luz, comprender cómo se mueve la calle y tener la paciencia para construir fotografías de lo cotidiano, son puntos claves en mis talleres de inmersión en fotografía de calle. No solo hablamos y discutimos de fotografía, lo diferencial es que aprendemos fotografiando y explicando el por qué de cada foto.
Como es habitual, pasamos un día de mucha diversión con nuestras cámaras y gracias a las asistentes, aprendimos y reímos a partes iguales. Es una gozada compartir grupo con personas tan entusiastas y tan creativas.
Todas las fotos que tomé y que os muestro en este post se tomaron con mi fiel Fujifilm X-T3 y con el TTArtisan 27mm f2.8.
Rober Tomás 