Una noche diferente, una noche creativa, una noche de fotografía de calle para aliviar los calores del verano en Madrid y sobre todo, para disfrutar de la compañía de un grupo de 6 apasionados fotógrafos con ganas de aprender.
Por cierto, si quieres asistir a uno de mis próximos Talleres de Fotografía de Calle, no te pierdas el calendario en mi web, y por supuesto, si quieres estar enterado antes que nadie, suscríbete a mi newsletter en donde te enviaré la información y mucho más contenido relacionado con la fotografía.
Así se puede resumir a grandes rasgos mis sentimientos después del Taller de Fotografía de Calle Nocturna que impartí en Madrid el pasado 26 de agosto. Pero creo que en los detalles está la magia, así que vamos con algunas de las fotos que tomé de ejemplo durante el taller y el resumen de lo acontecido en esta bonita jornada.
El taller comenzó de día. Mi intención fue la de comenzar poco a poco, ya que fotografiar en la ciudad de noche tiene ciertas dificultades que es mejor ir superando poco a poco. Además, de ese modo, tuve tiempo para explicar los detalles más técnicos e ir preparando al grupo, poco a poco, para el ambiente que nos esperaba más adelante.
Lo bonito de encaminarnos hacia la noche es que podemos atravesar los últimos estadios de luz del día, que como ya sabéis, son los más interesantes por calidad y color de la propia luz. De ese modo, tras comenzar a fotografiar y a soltarnos fotografiando de día con la facilidad técnica que eso nos da, hizo que tuviéramos la mirada más entrenada y la actitud adecuada para enfrentar la escasez de luz natural. Y entonces llegó el atardecer y los primeros encendidos de las luces artificiales. Madrid comenzó a engalanarse para nuestras cámaras.
Una de las cosas que más me interesan de la fotografía de calle nocturna es cómo los colores de la ciudad y las historias de esas calles por las que andas de día cambian radicalmente. Los neones publicitarios, los escaparates, el ambiente nocturno hace que todo distinto. A los aficionados a las películas de cine negro o de misterio, este ambiente es muy propicio para inventar nuevas historias con las escenas que fotografiamos, y eso es siempre un plus creativo.
La noche dispuso de muchas anécdotas y charlas interesantes entre los asistentes y yo mismo. La ciudad de Madrid tiene un ambiente nocturno que no cesa, y menos en fin de semana. Por ello, debemos siempre estar atentos a lo que sucede a nuestro alrededor, porque si bien no todo es interesante, cuando algo sucede que se escapa de la norma, tenemos que estar muy atentos a capturarlo. En la noche, la falta de profundidad de campo hace que tengamos que ser precisos y selectivos, por ello es tan divertida y ese ambiente nocturno nos proporciona resultado muy divertidos, interesantes o misteriosos.
Hasta la próxima Madrid, el 9 de septiembre celebraremos una nueva edición de mi clásico Taller de Inmersión en Fotografía de Calle en el que disfrutaremos de una jornada entera de fotografía, ¿te apuntas?
Rober Tomás 