Un nuevo año comienza y de nuevo uno de mis primeros talleres del año es en Madrid. Los talleres de Inmersión en Fotografía de Calle en esta ciudad siempre son muy divertidos y emocionantes por su variedad de zonas, de calles, de gente, de situaciones que se dan en cada esquina. Además, siempre es una gozada cuando te encuentras en el grupo con personas tan dispuestas a aprender y a pasar un día intenso de fotografía de calle.






El día ha sido fantástico incluso en lo que a luz y a sol se refiere. La temperatura ha sido agradable, eso en enero ya es decir mucho, y el sol ha tenido momentos de luz dura y difusa por instantes. Por tanto, trabajar en estas condiciones ha sido agradable y con muchas posibilidades creativas. De hecho, como en todos los talleres, este es un punto muy importante que intento trabajar con cada uno de los asistentes.






La visión fotográfica es algo muy personal, pero en estas inmersiones en fotografía de calle, procuro siempre aportar nuevas herramientas visuales con las que trabajar de un modo más rápido, ágil y creativo. Transmito y es una cosa que vamos demostrando durante todo el día, la importancia de conseguir que la cámara desaparezca. Por ello, comenzamos siempre los talleres explicando mi técnica de fotografía que hace que las cosas sean más rápidas y fáciles.






A partir de ahí, lo que manda es la visión, el cómo trabajar el momento, entender la luz, leer la calle y componer de una forma equilibrada y rápida al mismo tiempo.
Si quieres asistir a alguno de los próximos talleres de fotografía, ya sea en Madrid o en cualquier del resto de las ciudades programadas, visita el calendario de talleres en mi web.




Tras una parada para comer y disfrutar de una charlar muy animada, cambiamos siempre de tercio y pasamos a probar nuevas formas de fotografiar en la ciudad. Recorremos nuevas zonas y nuevas calles con una luz siempre distinta que aporta posibilidades distintas. Madrid siempre nos ofrece mucho, pero siempre somos nosotros quienes tenemos que trabajar para conseguirlo, ¡eso es lo divertido!
Todas las fotografías han sido tomadas con una Fujifilm X-T3 junto a un Fujinon 23mm f2