Sevilla es una de las ciudades más interesantes a la hora de trabajar la luz y el color en fotografía. Los Talleres de Inmersión en Fotografía de Calle que hacemos allí siempre son de mis favoritos. Y más si te mueves junto a un grupo de fotógrafos tan espectaculares y entusiastas como los que me acompañaron este pasado fin de semana.
El sábado es un día especial porque es el día en que más horas dedicados y el que más tipos de luz conseguimos trabajar. Partimos con un día soleado pero ya tendiendo a un sol que caía. Eso, sumado a alguna nube y a la estrechez de las calles del barrio de Santa Cruz, consiguió que poco a poco los diafragmas se fueran abriendo para conseguir la máxima luz posible sin perder velocidad de obturación.
La noche fue cayendo y pronto nos quedamos sin luz natural, dependiendo totalmente de la luz de la ciudad conseguimos fotos totalmente distintas. Cuando la luz de la ciudad se enciende conseguimos una atmósfera distinta a la del día, tendiendo al misterio y a conseguir historias distintas.
El domingo amanecimos con un sol más radiante y conseguimos trabajar con otros mimbres de cara a componer fotografías con más capas y con mayor intensidad en los colores. ¡Y Sevilla es una ciudad perfecta para fotografiar el color!
Todas las fotografías fueron tomadas con una Fujifilm X-T3 junto a un Fujinon XF 23mm F2 WR.
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Rober Tomás 