Ayer realicé un nuevo taller de fotografía de calle nocturna en Zaragoza. Siempre digo que Zaragoza de noche es un lugar con mucho encanto y posibilidades, anoche pasamos unas horas muy divertidas de fotografía disfrutando de la ciudad.






En este tipo de talleres siempre hay muchas dudas técnicas sobre cómo exponer, cómo enfocar, cómo ajustar los equilibrios de blancos,…, todo lo fuimos tratando al principio y durante el taller. La idea fundamental es que la cámara no sea nunca un problema y consigamos centrarnos en lo que sucede a nuestro alrededor sin estar continuamente preocupados por ella. Que la cámara se alinee con nuestra visión y nos facilite las cosas.







A partir de ahí, comenzamos a buscar la luz, tan necesaria siempre en fotografía y que por la noche todavía se vuelve más crucial. Durante el día tenemos que tratar bien la luz y buscar cómo jugar con las sombras y los contrastes para darle volumen. Por la noche todo cambia, ya que la sombra lo inunda todo y la búsqueda de la luz se vuelve más exigente, ya que donde hay luz hay posibilidad de foto, pero donde no hay mejor ni enciendas tu cámara. Todo eso trabajamos, sí como la composición y el uso de los distintos elementos que dieran un potencial diferenciado a nuestras imágenes.






Por supuesto, el grupo que me acompañó fue una pasada, por su entusiasmo, su buen rollo y sus ganas de aprender nuevas herramientas visuales que aportar a su propia visión fotográfica.
A partir de octubre, los talleres tendrán un poquito más de noche, ya que por los cambios horarios y la entrada del otoño-invierno, hará que los asistentes a los próximos talleres toquen todo tipo de luz, por lo que es una gran oportunidad para los que queráis probar una inmersión total en la fotografía de calle junto a mí y el resto de asistentes. Echad un vistazo al calendario y reservad vuestra plaza, aprenderéis muchas cosas y sobre todo, lo pasaréis fenomenal.
Todas las fotografias fueron tomadas con una Fujifilm X-T3 junto a una Fujinon XF 35mm f1.4 WR.