Madrid es una de esas ciudades que puedes redescubrir cada vez que la visitas con la cámara de fotos. Las calles son siempre apasionantes y te dan nuevas posibilidades con las que crear nuevas imágenes. En Madrid, los talleres de inmersión en la fotografía de calle siempre son muy divertidos, y más con grupos de fotógrafos como los que suelo tener aquí. Este enero, no ha sido una excepción y el talento y las ganas de aprender y explorar nuevas formas de fotografiar fue la tónica del día.






Aprendimos técnicas para facilitarnos las cosas cuando hablamos de que la cámara debe estar al servicio de nuestra creatividad. Es muy importante que la cámara o la técnica no nos limite y nos permite capturar en foto la idea que llevamos en la cabeza. La luz, la composición, el saber bailar con el ritmo de la ciudad, es lo más importante para encontrar nuestra propia voz como fotógrafos.






Y en eso nos centramos, en ofrecer herramientas visuales, nuevas posibilidades en un ambiente relajado y divertido en donde aprovechar todas las oportunidades que nos daba la ciudad y sus gentes.






Tuvimos un día curioso en cuanto a luz. Desde fuertes contrastes, a largos ratos de sombras y de ambiente tirando a gris. No importó, con todo tipo de luz es con la que debemos aprender a lidiar, y luego, por supuesto, cada uno se centrará más en la que le sirva mejor para contar su propia historia.












Volveré a Madrid pronto, en el mes de febrero. Podéis encontrar toda la información en la sección de Talleres Presenciales.






Todas las fotos fueron tomadas con una Fujifilm X-T2 junto a un Fujinon XF 23mm f2 WR.