Siempre he intentado que los que participan conmigo en los talleres de Inmersión de un día en la Fotografía de Calle se desafíen a sí mismos, busquen fotografías diferentes, afinen su estilo y su propia visión fotográfica y obtengan nuevas herramientas visuales que les permitan obtener mejores fotografías. Cuando me toca trabajar con un grupo tan entusiasta y dispuesto como el que tuve el pasado sábado en Barcelona, es muy fácil pasarlo bien y además conseguir buenos resultados.
Este verano tenéis nuevas oportunidades para acudir a uno de mis talleres, los sábados 11 de julio en Zaragoza, el 18 en Madrid, el 25 en Pamplona y el 29 de agosto en Bilbao. Animaos y pasad una jornada de fotografía conmigo, estoy al 100% seguro que vais a ver la ciudad de un modo diferente.
En este taller de Barcelona, retomé uno de mis primeros recorridos por unas calles que hacía mucho que no pisaba. Fotografiarlas fue un placer y mostrar mi forma de verlas a los asistentes fue un gustazo. En una ciudad no tan llena de turistas, encontramos nuevas oportunidades para desarrollar una fotografía de calle respetuosa, compositiva y con bonitos encuentros, risas y mucha diversión.
Una de las cosas que más me gusta de estos talleres en los que pasamos todo el día juntos fotografiando es ver la evolución de los fotógrafos asistentes. Desde sus primeras fotos previas al taller, a cómo van evolucionando a lo largo del día, me encanta ver cómo han ido desafiándose, experimentando y puliendo su forma de tomar fotos. Cada uno con su estilo, que no todos somos iguales, por ello el hecho de que los grupos sean de 6 personas máximo, me ayuda a mantener un contacto muy cercano con cada uno y así ayudar a todos por igual.
En fin, no puedo decir nada más que en esta reactivación de los talleres presenciales en julio estoy muy feliz. De hecho, ya estoy deseando que llegue el resto de Talleres del mes para volver a recorrer esas calles que tanto nos enseñan y nos hacen disfrutar con nuestras cámaras en mano.
Rober Tomás 