Este año nos ha tocado sufrir el calor veraniego en los cursos de fotografía que hemos realizado en Zaragoza, Barcelona y Madrid. Sin embargo, eso no nos ha frenado y hemos disfrutado de un mes de buena gente, buenas fotos y desarrollando ideas interesantes en las calles de estas grandes ciudades.













Madrid siempre es una ciudad con mucha personalidad y cosas que fotografiar. No soy de grandes avenidas, y siempre recurre a callejones pintorescos del centro de la ciudad para encontrar escenas interesantes. En este curso, que duró una jornada, expliqué al grupo desde la técnica básica para que la cámara les resultase más sencilla de usar, a mi propia visión y forma de fotografiar en plena acción. No pudo faltar el apartado de composición fotográfica y el ejemplo de revelado RAW en Adobe Lightroom. Todo para conseguir que en un curso intensivo de un día, pudieran ver todas las fases del proceso fotográfico, en este caso, adaptado a la fotografía de calle o, por su cercanía estilística, la fotografía de viajes.
Este mes de julio he buscado algunos huecos para poder realizar algún taller fotográfico más, pero huyendo totalmente del calor y de lo ya hecho. Haremos cursos nocturnos para disfrutar de nuestras fotografías desde un punto de vista distinto y mágico que nos ofrece siempre la ciudad cuando empieza a adormilarse.