La segunda edición del taller de Inmersión en Fotografía de Calle que realizaba en Córdoba y una de las últimas, por lo que me alegra muchísimo que el grupo que se formó fuera tan estupendo y me acompañase a través de las calles de una ciudad tan bonita e interesante como lo es Córdoba.
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En estos talleres de dos días, logísticamente lo divido en tarde-noche para el sábado y mañana para el domingo. Eso consigue que trabajemos con distintos tipos de luz. Aprovechando también las fechas, incorporo la noche en la ecuación, permitiéndonos mezclar fotografía de calle diurna y nocturna de forma más orgánica.
Qué experiencia tan memorable vivimos en Córdoba! Como fotógrafo, compartir mi pasión por la fotografía de calle en una ciudad tan llena de historia y vida como Córdoba fue simplemente espectacular. Y mucho más al contar con un grupo de seis fotógrafos entusiastas que se unieron a esta inmersión. Además, volver a ver caras conocidas siempre añade un plus para que todo resulte aún más especial.
Desde que nos reunimos en el punto de encuentro supe que nos esperaba un fin de semana repleto de oportunidades fotográficas. Con mi inseparable Fujifilm X-T3 y el Fujinon 23 mm f/2, estábamos listos para explorar las calles cordobesas.
El sábado arrancó con un clima bastante favorable. El sol jugaba con su luz cambiante. Pudimos recorrer sin contratiempos desde los callejones estrechos hasta las plazas animadas, donde cada rincón ofrecía una nueva escena de la vida urbana para capturar.
Y para cerrar el día como se merecía, nos reunimos en un restaurante local: una cena colectiva donde compartimos historias, imágenes del día y buena compañía. Ver cómo cada participante veía la ciudad a través de su propia lente fue realmente bonito.
El domingo nos saludó con más sol. Aprovechamos las primeras horas para dedicar un tiempo a la edición y análisis de nuestras imágenes. Después seguimos unas horas más de práctica fotográfica. Desde los patios icónicos hasta los monumentos antiguos, cada espacio tenía algo nuevo que ofrecer para nuestras cámaras.
Al despedirnos, sentí una mezcla de satisfacción y gratitud. Gracias a estos seis increíbles fotógrafos, este workshop en Córdoba resultó ser un éxito total. Fue mucho más que hacer fotos: fue conectar con una ciudad, con su gente y, lo más importante, con nuestra propia creatividad.
Rober Tomás 