Así fue el Viaje fotográfico por Macedonia del Norte. Octubre 2025

Tour Fotografíco por Macedonia del Norte con Rober tomas en http://robertomasfoto.com

Del 11 al 18 de octubre tuve la oportunidad de recorrer Macedonia del Norte junto a mi amigo Sergio de Nadaincluido.com y a un grupo fantástico de viajeros y fotografos, un país que nos ha sorprendido en cada kilómetro por su historia, su gente y su luz. Ha sido una semana intensa de fotografía, paisajes, conversaciones y momentos compartidos que aún sigo asimilando.

Comenzamos el viaje volando a Tirana (Albania), desde donde nos trasladamos por carretera hasta Ohrid, una joya a orillas del lago del mismo nombre y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Allí nos recibió un atardecer sereno y una cena de bienvenida que marcó el inicio perfecto del viaje. Al día siguiente, recorrimos las calles empedradas de la ciudad, visitamos el monasterio de San Neum y terminamos el día navegando por el lago con las cámaras preparadas para la mejor luz del día.

Nuestra siguiente parada fue Bitola, una ciudad con alma antigua y ruinas del siglo V a.C., y después Prilep, con su aire industrial y su ambiente local. Entre ambas hicimos una parada muy especial: una bodega local, donde descubrimos que Macedonia también se saborea en forma de vino.

El cuarto día ascendimos hasta Krusevo, el pueblo más alto del país, rodeado de montañas y con un encanto auténtico. Allí nos esperaba el Makedonium, una construcción brutalista que parece sacada de otro planeta, perfecta para los que disfrutamos de la arquitectura con personalidad.

Desde Krusevo pusimos rumbo al Parque Nacional Mavrovo, un oasis natural que nos permitió desconectar del ruido y conectar con el entorno. Bosques, lagos y una calma absoluta que hizo que el día se sintiera corto.

Ya de camino a la capital, hicimos dos paradas inolvidables: la mezquita pintada de Tetovo, un auténtico tesoro otomano lleno de color, y el cañón Matka, donde un paseo en barco por el río Treska nos regaló uno de los momentos más fotogénicos del viaje.

Finalmente, llegamos a Skopje, una ciudad que parece vivir entre dos tiempos: esculturas, puentes, templos y edificios que imitan épocas pasadas pero que, en realidad, son muy recientes. Una capital curiosa, intensa y llena de contrastes. Allí celebramos la cena de despedida, compartiendo anécdotas, fotos y risas.

El último día lo dedicamos a caminar sin rumbo, dejar que la ciudad nos sorprendiera una vez más y, cómo no, comprar algún recuerdo antes de regresar a casa. En el avión, con el carrete mental lleno de imágenes, solo podía pensar en lo afortunado que me siento de poder vivir experiencias así, cámara en mano y buena compañía al lado.

Gracias, Macedonia, por tu hospitalidad y por recordarnos que aún quedan muchos lugares por descubrir.

Todas las fotografías fueron tomadas con mi vieja Fujifilm X-T3 junto a mi querido Fujinon 23mm f2 WR