El pasado 4 de octubre celebramos una nueva edición del taller de inmersión en Fotografía de Calle en Zaragoza, coincidiendo con el día del pregón de las Fiestas del Pilar. La ciudad estaba llena de vida, de luz y de gente disfrutando del ambiente festivo, lo que nos brindó un escenario perfecto para trabajar la fotografía urbana en su máximo esplendor.






El día amaneció soleado y con una temperatura ideal, algo que siempre se agradece cuando se trata de pasar horas caminando con la cámara en la mano. En esta ocasión me acompañó un grupo reducido de seis fotógrafos entusiastas, con muchas ganas de aprender y de mirar la ciudad de una manera diferente. Algunos de ellos llegaron desde lugares tan distintos como Madrid, Barcelona o Vitoria, lo que siempre aporta una mezcla muy enriquecedora de miradas y experiencias.






Durante la jornada recorrimos distintas zonas del centro, desde los alrededores del Tubo y la Plaza del Pilar hasta calles menos transitadas donde la luz y la composición se convirtieron en nuestras guías. Zaragoza, en días como este, se muestra vibrante y llena de contrastes: la fiesta, la espera, las luces, los vendedores, los visitantes y los propios zaragozanos, todos formando parte de un mismo escenario visual.
El grupo supo adaptarse rápido a ese ritmo cambiante de la ciudad y logró fotografías llenas de energía y autenticidad. Me encantó ver cómo cada uno encontraba su propio punto de vista y cómo, con el paso de las horas, la confianza en la observación iba creciendo.






Sin duda, fue una jornada completa, con muy buen ambiente y muchas conversaciones alrededor de la fotografía, la calle y la importancia de disfrutar del proceso. Agradezco sinceramente a todos los que participaron por su actitud, su curiosidad y por compartir conmigo este día tan especial para la ciudad.





Nos vemos en el próximo taller, con la misma ilusión y las ganas de seguir descubriendo nuevas historias a través de la cámara.
Todas las fotos se tomaron con una Fujifilm X-T3 junto a un Fujinon 23mm f2 WR
