Este pasado sábado 15 de diciembre fue uno de esos días que quedan grabados en la memoria. Valencia nos regaló un día espectacular: el sol brillaba, el cielo despejado invitaba a explorar y el ambiente en las calles era simplemente perfecto para la fotografía de calle.
Comenzamos temprano, cuando la ciudad apenas despertaba. Nos reunimos en el corazón del centro de Valencia, un grupo de fotógrafos entusiastas, cada uno con su cámara al hombro y muchas ganas de aprender, compartir y captar momentos únicos. Fue emocionante ver cómo las primeras conversaciones fluyeron rápidamente. ¿Qué equipo usas? ¿Cuál es tu técnica favorita? La pasión por la fotografía nos conectó al instante.
La ruta nos llevó por las plazas y calles más icónicas de la ciudad. Desde la Plaza del Ayuntamiento hasta el bullicio del Mercado Central, cada esquina ofrecía una oportunidad para capturar historias. Hablamos de composición, de luz, de cómo anticipar esos momentos mágicos que pasan en un instante. El sol del mediodía, con su luz cálida, nos permitió jugar con las sombras y buscar reflejos en los escaparates y ventanas.
Fue el día perfecto para disfrutar de cómo la fotografía de calle no solo capta imágenes, sino que también documenta la vida tal como es, en su esencia más pura. Hubo risas, mucho aprendizaje y, sobre todo, una conexión especial con la ciudad y sus habitantes.
Cada persona tiene una forma única de ver el mundo, y eso es lo que hace tan especial este tipo de talleres.
Este día soleado en Valencia fue mucho más que un taller; fue una experiencia para recordar, una celebración de la fotografía y de la vida misma. Me llevo en el corazón no solo las imágenes que capturamos, sino también la energía y entusiasmo de cada uno de los participantes. ¡Gracias por hacer de este día algo inolvidable!
Todas las fotos que ves en este artículo las tomé con la Fujifilm X-T3 junto al Fujinon 23mm f2 WR
Rober Tomás 