Como ya hicimos en el taller de street nocturna de mayo, nos reunimos un grupo de fotógrafos entusiastas para disfrutar de una manera diferente de afrontar el género fotográfico más emocionante y exigente para mí, pero además sin luz natural. Sin embargo, así como hacemos siempre que imparto este tipo de talleres, me gusta comenzarlos en los últimos momentos del día para aprovechar esos «coletazos» finales del sol que son tan atractivos por el color cálido, las sombras largas y elegante, y para prepararnos poco a poco a esa falta de luz.
Si quieres apuntarte a los próximos talleres de este estilo o de cualquier otro que realizo en Zaragoza o en otras ciudades de España, echa un vistazo al calendario de talleres que encontrarás en esta misma web.






De ese modo, nos juntamos en la Plaza del Pilar de Zaragoza para emprender un recorrido que nos llevaría por los lugares más interesantes del centro de la ciudad. Con unas calles repletas de personas que iban y venían a sus destinos, que deambulaban sin ton ni son, y que sin duda nos arrancaron más de una foto interesante y muchas anécdotas divertidas.




Como podéis observar en las fotos que os estoy enseñando en este artículo, poco a poco la luz del sol fue dando paso a otro ambiente totalmente distinto al día. Las luces artificiales de la ciudad fueron las que empezaron a ganar terreno y entonces tuvimos que cambiar el registro, tanto técnico a la hora de usar unas velocidades de obturación rápidas y unas aperturas de diafragma más cerradas.





La noche nos da un elemento compositivo diferente que es el ambiente, que a su vez genera misterio y que a su vez genera curiosidad. Esto hace que la falta de ver allá donde nos existe la luz artificial que ilumine un rincón o una calle, hace que Zaragoza se convierta en una ciudad distinta. Y así disfrutamos de un taller muy divertido y entretenido, en el que pude dar a conocer mi visión fotográfica, mostrar cómo tomo mis fotografías, aconsejar a los asistentes para que ellos también puedan exprimir su visión en este entorno y pasar unas horas de mucha emoción disfrutando con el grupo cámara en mano.
Todas las fotografías fueron tomadas con una Fujifilm X-T3 junto a un objetivo Voigtländer 23mm f1.2 que me cedieron amablemente en Fotocasion.es
