Tenía ganas de ir a fotografiar a Girona y llevar de paso mis Talleres de Inmersión Fotografía de Calle. Por fin este año ha llegado la oportunidad y he podido disfrutar de esta pequeña, pero preciosa ciudad, junto a un grupo de fotógrafos entusiastas con los que compartí el sábado pasado.
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Con un sol inesperado, ya que la previsión incluso anunciaba algo de lluvia matutina, comenzamos a recorrer las calles y rincones del centro histórico de Girona. Seguro que muchos aficionados a las series, recordaréis escenas de Juego de Tronos si os decidís a visitarla. La verdad, es una ciudad estupenda, con montones de posibilidades por sus bonitos escenarios.
Algo especial y diferente respecto a otras ciudades es lo cuidado que está la ribera del río Onyar. Sus puentes dan muchas posibilidades fotográficas, dado que además del colorido de los edificios y lo impresionante de su paisaje, es una ciudad turística en donde no falta gente.
Después de patear con ganas todo el centro, llegó la hora de la comida, en la que compartimos experiencias, charlas y seguimos hablando de flujo de trabajo y demás aspectos necesarios para mejorar nuestra fotografía. El café dio paso a otros ambientes y otros escenarios. El cielo comenzó a nublarse y aquí tuvimos la posibilidad de disfrutar de otra forma de trabajar con la luz y utilizarla a nuestro favor.
Terminamos el día con un buen número de fotos, con muchas risas, experiencias divertidas y mucha fotografía de calle en una ciudad que me encantó como es la pequeña pero preciosa Girona.
Todas las fotos que tomé lo hice con mi querida Fujifilm X-T3 y, como viene siendo habitual este año, junto a mi Fujinon 16mm f2.8 WR.
Rober Tomás 