Uno de los últimos talleres del año siempre lo dedico a Madrid. Esta ciudad se transforma en Navidad, vistiéndose con sus mejores galas y multiplicando el bullicio en las calles. Una vez más, la experiencia no me decepcionó en lo más mínimo. Esta vez, me acompañó un grupo de fotógrafos entusiastas y divertidos con quienes pasé un día fantástico capturando la esencia de la vida urbana.







Para este taller, decidí modificar un poco la ruta, agregando nuevas paradas y explorando diferentes calles. Es crucial considerar el estado de las vías, sobre todo en los días previos a la Navidad, cuando el centro de Madrid se abarrota y es preferible buscar alternativas. Cambiar la ruta constantemente resulta gratificante, ya que permite descubrir nuevos puntos de interés.
Si te interesa participar en los próximos talleres fotográficos, ya sea en Madrid u otras ciudades programadas, puedes consultar el calendario aquí.







La jornada estuvo perfectamente iluminada. Tras una semana de frío, el sábado nos obsequió con un sol radiante que disfrutamos hasta la llegada de la noche.
El anhelado momento de la caída del sol cambió por completo nuestra dinámica. Una ventaja del invierno es que la noche llega temprano, permitiéndonos integrarla en nuestros talleres. Madrid se iluminó por completo y en lugares como la Gran Vía, nos encontramos con un sinfín de posibilidades fotográficas para jugar con las luces nocturnas de la ciudad.







En los próximos meses, regresaré a Madrid con un curso de fotografía en la ciudad, una experiencia donde el objetivo es aprender a construir fotografías considerando los pesos visuales, los elementos compositivos, todo de manera práctica. Además, en enero, volveré con otra Inmersión en Fotografía de Calle, un taller más dinámico, reactivo y completamente práctico.







Como es costumbre, todas las fotografías fueron capturadas con una Fujifilm X-T3 y un Fujinon 23mm f2.


