Una de las razones por las que en su día quería comprender la composición fotográfica era para encontrarle un sentido a mis fotos y a mi obra en general. Llega un momento en la vida de cada fotógrafo que la técnica la dejas atrás, y salvo detalles que tampoco terminan por aportarte demasiado, la inquietud de mejorar como fotógrafo te anima a buscar algo más en tus imágenes. “Ver es un todo” que decía Cartier-Bresson, y realmente lo es. Cuando no tenemos ciertos conceptos en la cabeza es muy difícil encontrar lo que buscas,pero como siempre digo en los talleres, “saber buscar es encontrar” y es lo que intenté transmitir a todos los alumnos que asistieron a mis talleres prácticos en Zaragoza, Madrid y Barcelona.
No soy persona de complicarme demasiado, por eso intento eliminar variables en las ecuaciones para que el momento de disparar sea lo más instintivo y rápido posible. Es mi forma de entender la fotografía y mi estilo personal, un simple instante que expulse de dentro ideas, sentimientos e historias que llevas dentro. Eso es lo más complicado, pero también lo más satisfactorio cuando lo consigues.
Siempre me resulta complicado encontrar mi momento dentro de los talleres que organizo. Es lógico porque estoy al 100% pendiente del grupo, aportando ideas, guiando o resolviendo cuestiones que surgen. Pero siempre lo intento, al final, es lo que más me sorprende cuando termino una de estas intensas jornadas de fotografía al menos un par de fotos me llevo. Comparto algunas de ellas en el blog para animaros a investigar dentro de vosotros la manera de ordenar los elementos que decidís integrar en vuestras fotos. Para todos aquellos que no habéis tenido la oportunidad de asistir a los talleres prácticos grupales, os invito a que le echéis un vistazo al curso de composición online que está disponible en la web, y que a través de video lecciones accesibles en todo momento y revisitables las veces que necesites, os ayude a sacar lo más de vuestra visión fotográfica.
Rober Tomás 