Comprar nuevo equipo es divertido. Nos mantiene ocupados durante ese tiempo indeterminado que gastamos mirando (o leyendo) reviews y opiniones. Pasamos horas haciendo comparativas, preguntando a amigos o compañeros, llenándonos los ojos de lo que podremos hacer con ese nuevo material. Y luego lo compramos. En ningún momento del proceso nos planteamos nada más que dónde lo encontraremos más barato. No se nos ocurre pensar, ni consideramos necesario, formarnos en cursos y talleres de fotografía porque “a nosotros no nos hace falta que para eso nos compramos lo mejor”.
Te diré que depende de la persona, pero suele durar un día o dos ese momento de euforia y de sentir que vas a reinventar la fotografía posterior a la llegada a casa del equipo nuevo. Luego te das cuenta, en innumerables ocasiones, que poco o nada ha cambiado y que en los peores casos, el flamante nuevo equipo se queda arrinconado en el armario de los cachibaches.
El equipo es importante, sí. Pero hay que saber que el equipo no nos HACE ser mejores fotógrafos, nos AYUDA a serlo. Nada más y nada menos. Si no contamos con una base, unos conocimientos, un trabajo previo personal, ni la mejor cámara o la lente más luminosa del mundo conseguirá que emocionemos a nadie con nuestras fotografías.
Si te gusta la fotografía y de verdad quieres disfrutar de ella, al nivel que sea, prueba a realizar un taller o curso de fotografía. Obviamente te recomiendo los que yo organizo, pero si lo prefieres, busca un profesional que encaje con tu forma de entender la fotografía y prueba. Te puedo asegurar que aprender con tu actual equipo con alguien que te guíe, te explique, te haga ver la fotografía de otra forma distinta, te enriquecerá mucho más y conseguirás sentirte mejor con tus imágenes. Y lo mejor, es que si ya has comprado equipo y te sientes algo abrumado con él, todavía puedes sacarle provecho dejando que un profesional de la fotografía te oriente y te muestre cómo sacarle todo el partido.
Esto te lo cuento porque a mí me ha ocurrido, siempre hablo sobre mi propia experiencia. Pese a los años que ya llevaba dedicado al mundo audiovisual y de la imagen, mi visión cambió totalmente al comenzar a realizar cursos con otros fotógrafos que me ayudaron a repensar las cosas, a entender otras técnicas y a revisar mis planteamientos como creador de imágenes. Pero, como todo, es una mera cuestión personal, y hay tiempo para todo.
Comprar nuevo equipo es divertido. Lo sabemos, tú y yo. Nos gusta y no dejaremos de hacerlo, pero prueba a formarte mejor y luego reflexiona. ¿Qué te ha ayudado más a sentirte mejor fotógrafo?