Siempre he pensado que la fotografía de viajes llega a su máxima expresión con un buen viaje en tren. La estación de trenes de Zaragoza mueve al cabo del día mareas de gente que van absortos en el número de asiento y la cabina que les corresponden. Es un medio de transporte que me gusta, es tranquilo y con cierto encanto. Pese a que la velocidad del AVE se ha cargado el romanticismo, primando la velocidad con la que nos movemos en las ciudades, el tren tiene algo especial.
- Fujifilm X30
- ƒ/4.0
- 1/6
- ISO 100
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